domingo, 23 de agosto de 2015

New Chapter - OS




Disclaimer: Ninguno de estos personajes me pertenece, sino a que son de Sthepenie Meyer.

New Chapter

Sin duda alguna si alguien me observara en este momento podría pensar que estaba concentrada en las diapositivas que el profesor estaba pasando o mejor aún, que estaba atenta en lo que el profesor estaba diciendo, pero no, en lo que menos pensaba era en la clase, sin embargo, mi atención estaba absolutamente en mi profesor y fanfiction.
—¿Isabella? –mire a mi compañera de al lado que me preguntaba algo sobre la clase. Levante los hombros sin poder contestar lo que me preguntaba —¿pregúntale a él? Me da vergüenza –dijo mirando al profesor que se movía de esquina a esquina del pizarrón escribiendo más y más siglas de nombres que no entendía.

—¿Profesor Masen? –levante la mano para llamar su atención, él detuvo su explicación y fijo sus intensos ojos verdes hacia los míos color marrón.
—Srta. Isabella, por fin vuelve a hablar –trague saliva nerviosa, pero no iba a tomar atención alguna sobre eso.
—¿Profesor? ¿Qué significa AMPc? –el asintió.
—Si pusiera más atención en lo que estaba explicando lo sabría ¿no? –no tuve ninguna expresión, solo quería que me dijera la maldita respuesta para mi compañera de al lado —Adenosín monofosfato cíclico…y ponga más atención, esto debería saberlo del año pasado –asentí y ambos seguimos en lo que estábamos haciendo. Yo atenta a cualquier vibración de mi Iphone y el explicando el carcinoma humano…excelente.
Mi nombre es Isabella, estudiante de enfermería que tenia a uno de los profesores más bueno de la universidad, Edward Masen; no había nadie en la maldita carrera que faltara a sus clases, era bueno explicando y tenía un excelente trasero, sin embargo…mi imaginación iba más allá respecto a este espécimen ya que su nombre había caído del cielo cuando recién comencé mi tercer año. Además de ser adicta a las clases de mi profesor, era adicta a fanfiction, específicamente a historias de EdwardXBella, de la excelente saga Crespúsculo…bueno, me encantaba mi nombre porque coincidía con la de la protagonista, era como un mundo paralelo que hablaba de mi, pero no era real; siempre me había causado extrañeza, pero lo deje pasar y no iba a hablar de ello …por eso casi me volví loca al saber el nombre de mi profesor…“Edward”…era simplemente placentero nombrarlo, pero no todo era perfecto…era un desgraciado, nos hacia la vida imposible y sus estúpidas evaluaciones se convertían en un infierno. Por eso mismo solo venia aquí a pensar en los posibles finales de los fics que leía y las probabilidades de que mis ideas se cumplieran en el próximo capítulo; siempre estaba con mis ojos llorosos, tenía que usar el famoso corrector de ojeras que había salvado mi vida más de una vez por quedarme hasta la madrugada leyendo, estaba fuera de control y lo sabia…pero ¿me importaba? Ni un poco, simplemente venia a esta clase para ver a mi encantador profesor de fisiopatología hablando cosas sin sentido mientras yo lo imaginaba dentro de un fic Rated M, haciendo cosas innombrables e inolvidables. Sentí como alguien me daba un codazo en mi costado izquierdo y mire a Annie que estaba mirándome atenta.
—¿Qué estás leyendo que tienes esa cara? –ella era mi amiga, me acompañaba en esta locura de lectora compulsiva.
—Pon atención a la clase –no quería que me preguntara nada porque hace semanas que la escritora no subía un maldito capitulo y ya me estaba cansando ¿Por qué no avisa lo que le sucede? Así mi paciencia mejoraría y no me estaría trastornando por saber que pasaba con Edward y Bella, había quedado en la mejor parte, no podía hacer nada más que esperar.
—Yo leo “¿estás libre esta noche?”...de nuevo –sonreí, ese fanfic era un clásico y quien no lo había leído pues no sabía de cultura fickera. Suspire frustrada y tome mi celular para ver si tenía algún correo con la alerta de un nuevo capítulo, estaba leyendo alrededor de veinte fics paralelamente, pero hoy parecía que las escritoras estaban en mi contra, no había nada nuevo porque no había llegado la alarma de un nuevo capítulo.
—¿Srta. Isabella? –me tense al sentir una presencia al frente de mi asiento y mi corazón comenzó a latir con fuerza al ver su mano a unos centímetros de mi rostro. Levante la mirada y vi al Sr. Masen mirándome enojado —¿Qué es lo que la ha mantenido tan divertida durante estos días? ¿Mirando tanto tiempo su celular?
—No...solo estaba…
—¿Cree que cuando tenga un paciente en paro podrá ver su maldito celular? –fruncí el ceño, nadie insulta daba mi celular –o cuando un pediátrico entre a un paro ¿Qué hará?
—Disculpe, pero yo…
—Deme el celular… —¡demonios! Maldito infeliz, no tenía más de treinta y parecía un maldito viejo de cien años.
—No –el enarco su ceja y me miro sonriendo ante mi desafío.
—Deme el celular, he dicho –hice mis manos un puño —no quiere tener problemas en su siguiente evaluación ¿no? –demonios…¿había dicho eso al frente de todo el curso? Rendida levante la mano y deje el celular en la suya, sin evitar sentir como mi rostro se sonrojaba al contacto de nuestras manos.
—Después de la clase me lo devuelve ¿cierto? –miro el celular y sonrió.
—No lo creo –se giro y miro a los demás –veremos si la Srta. Isabella podrá vivir sin su celular por unos días… —mire a Annie sin poder creer que esto de verdad estuviera pasando.
—¡Disculpe! –me puse de pie, esto no podía suceder –ese es mi celular y lo quiero devuelta, profesor Masen –el no me tomo en cuenta y comenzó a alejarse de mi hasta llegar al primer pasillo de mesas —¡Disculpe! –le grite para que me tomara atención, esto estaba rayando en la mala educación de su parte.
—Retírese del salón, Srta. Isabella –mire a mis compañeras, todas mirándome sorprendidas por lo que estaba haciendo. Cansada, frustrada por perder mi celular, no tener capitulo y además estar muerta de sueño tome mi bolso más mi abrigo y me dirigí hacia la puerta, pero me detuve delante del idiota de profesor que tengo y lo mire cansada.
—Esto no se va a quedar así Sr. Edward –el sonrió y negó.
—Eso ya lo veremos…le entregare su celular en la próxima clase —estúpida sonrisa curvada y extremadamente sexy que tenia. Me dirigí hacia la puerta con un caminar digno ante esta humillación pública.

Aquel día mejoro un poco al ver que había un nuevo capítulo de SNG lo que me alegro sin duda, ver a ese Edward tan sexy volviendo loca a Bella, pero no pude sacarme de la cabeza a mi profesor mientras leía, las descripciones de Edward eran idénticas a las de mi profesor, simplemente perturbador.
Pasaron dos días antes que tuviera clases con Edward. Al entrar a la sala fui de inmediato a ver y exigir que me entregara mi celular antes de que comenzara con la clase, no había llegado nadie aun.
—Buenas tardes, profesor –me concentre para que viera lo molesta que estaba por su actitud.
—Buenas tardes…¿tiene alguna duda? –enarque una ceja.
—Si, necesito mi celular…
—Oh…ese celular, bueno…se me ha olvidado –lo mire extrañada.
—¿Cómo que se le ha olvidado?
—Si, se quedo en mi departamento, lo traeré la próxima clase –sentí un nudo de rabia que fue subiendo desde mi estomago hacia mi boca.
—¡¿Cómo que se la ha olvidado?! ¿Qué clase de profesor es usted? –el se puso de pie y camino mirándome de una forma extraña; se quedo al frente mío apoyado en su escritorio.
—¿Qué clase de profesor? Yo me pregunto qué clase de alumna es usted…he descubierto varias…como decirlo –sonrió de nuevo, parecía una sonrisa malévola —¿características? De usted que no conocía –me quede helada…él no se atrevería a… —soy un profesor que se interesa por la vida que llevan sus alumnos, para ver si serán buenos profesionales en el día de mañana…
—¿Está diciendo que usted…entro a mi correo?
—Si, estuve viendo su celular por motivos pedagógicos, a todo esto tiene muchas alarmas de nuevos capítulos –fruncí el ceño.
—Usted ni siquiera un pedagogo, es un enfermero con un magister…¡que hizo online! —fue su turno de enojarse.
—¿Quiere perderse otra de mis clases, Srta.?
—Me importa un comino….vendré hoy a su clase que tiene con los estudiantes de Medicina y espero que traiga mi celular porque o sino esto llegara a oídos de mi jefa de carrera…
—¿Me está amenazando? –dio un paso hacia mí y sentí como mis piernas flaqueaban, por lo que retrocedí y apoye mi mano en la silla más cercana.
—Tómelo como usted quiera, pero no quiero quejas... –no iba a demostrarme débil ante él ¡jamás!
—¡Retírese de aquí ahora mismo! Y no quiero volver a verla en una de mis clases… —lo mire sorprendida, estaba enfurecido y ¡demonios! Se veía tan bien de esa manera.
—Yo…
—¡Usted! Es la alumna más desafiante que he conocido… —sonreí.
—No ha hecho más de dos años clases, tiene mucho que conocer…y es el peor profesor que he conocido en mi vida, no piensa en nada más que usted –tome con más fuerza mi bolso, pero no sirvió de nada tomar más valor de esa forma porque al ver como se acercaba a mí y me tomaba del brazo para llevarme a la puerta hizo que mis defensas bajaran hasta cero.
—Suélteme… —se detuvo antes de que llegáramos a la puerta.
—Y que le quede claro algo… —me tense al escuchar su voz en mi oído ¡Oh Dios! ¡era mi profesor! Los profesores no deberían hablar al oído, mucho menos uno tan atractivo –sé muy bien qué clase de lectura tiene, deberá tomar más atención a su libro de fisiopatología que a leer sobre ese tal Edward Cullen…. –trague saliva sin poder creer lo que estaba escuchando, mis mejillas se sonrojaron de inmediato al ver que había descubierto el tipo de lectura que frecuentaba. Di unos pasos hacia atrás hasta apoyarme en la puerta, aun con su mano en mi brazo –tiene gustos peculiares, Srta. Isabella… —se acerco un poco más a mí.
—¿Qué…? ¿Qué hace? –era primera vez que podía ver sus labios tan cerca.
—¿Qué cree que estoy haciendo?... –esto no podía estar pasando, no podía ser real —¿Cómo es que se le dice? ¿Darkward? –abrí mis ojos.
—¡Es un entrometido! –leer ese tipo de fanfics era mi mayor secreto ¡y el había acabado con ello!
—¿Si?...¿sabe? puedo ver muy bien su mirada cada clase… —sonrió de forma arrogante, pero antes de poder responder sentimos que alguien se acercaba. Me soltó y llevo su mano a su cabello –como le dije…quiero que salga de mi clase y no vuelva a entrar.
—Muy bien –Salí de la maldita clase de nuevo.

Estuve en la biblioteca el resto del día esperando a que pasara cada hora y tratando de tranquilizarme…tratando de estudiar, pero fue inútil, simplemente con mi notebook llegue  a fanfiction y de la única forma que podría relajarme comencé a leer Alphabet Weekends…lo que no fue del todo bueno, no viendo a ese Edward que provocaba que tu boca se secara…igual como me había pasado hace unas horas atrás. ¿En qué demonios estas pensando Isabella? ¿ahora te crees un personaje de Fanfiction?...no podía estar dejando que esas ideas entraran a mi cabeza porque me dejaría llevar por ese profesor ¿Qué esperaba él? ¿Por qué se acerco de esa forma?...demonios, era como cuando Edward de Invitación Peligrosa acorralaba a Bella. Termine leyendo Alphabet Weekends y volví a tomar mis cosas, eran más de las nueve de la noche y esta era la última clase que el profesor Edward Masen tenía programada para hoy. Subí hasta el quinto piso del edificio y llegue cuando los alumnos estaban saliendo, espere a que todos lo hicieran y mire por la ventana de la puerta hacia el interior, pude ver su perfil, con su piel blanca…aquel cabello cobrizo, jugando con él con aquellos dedos de pianista. Tenía su saco apoyado en la silla, quedando solo con sus pantalones de tela negros y su camisa azul…demonios, se veía bien, antes no tuve la oportunidad de apreciar mejor como lucia. Arregle mi sweater azul con mi camiseta blanca y mi falda negra, era pésima combinando, no tenía el tiempo para ese estilo de cosas. Me entretuve un poco más y vi como jugaba con mi Iphone, haciéndolo girar en el escritorio… sabía que vendría. Decidida toque a la puerta y entre sin más, cerrando detrás de mí con seguro; su mirada se fijo a la mía y se puso de pie en un segundo.
—Debo pedirle disculpas Srta. Isabella –me acerque a él sin decir nada y tome mi celular. Estúpido profesor cobarde –mi comportamiento no fue el adecuado… —enarque una ceja ante su comentario y sonreí al ver que lucía arrepentido.
—Así es…ha estado fuera de línea, creo que más que una disculpa también merezco un agradecimiento por no ir a rectoría y avisar sobre sus acciones… —me entretendría mientras dure esto —¿Qué más vio? ¿Mi twitter, facebook, tumblr? ¿O se dedico a leer mis historias favoritas? Porque está claro que entro a mi correo electrónico.
—Bien…entonces gracias ¿es eso lo que querías escuchar, Isabella? –era primera vez que me tuteaba, me tomo segundos volver a tomar la compostura.
—Con eso está bien…ahora ya que todo está resuelto, me voy…tengo mucho que estudiar –triunfadora decidí salir de la boca del lobo y escapar, pero no pude hacerlo porque el Sr. Edward volvió a hablar.
—¿Por qué te gusta desafiarme? Pensé que esto terminaría bien, pero por lo visto no es así…
—Eso no importa, de todas formas no estaré en ninguna de sus clases ¿no fue eso lo que dijo?
—Así es, eso se mantiene…iras a la sección dos, con el otro profesor… —si, el que tenía más de cien años.
—La pregunta no es porque me gusta desafiarlo, es ¿Por qué usted no es capaz de manejar a una alumna? –pude ver cómo me estaba mirando con esos ojos más oscurecidos –un buen profesor no se dejaría intimidar de esta forma…así que bien, no diré nada de lo que sucedió y me iré a la otra sección –me gire y me fui definitivamente hacia la puerta, pero solo tuvieron que pasar unos segundos para que él se adelantara y tomara mi mano para hacerme girar y que lo mirara. Lo que paso después fue desconcertante y ciertamente…fuera de toda posibilidad dentro de mi imaginación. El profesor Edward tomo mi rostro entre sus manos y simplemente me hizo callar, cuando le iba a gritar que me soltase, con sus labios moviéndose sobre los míos. Como si cada defensa me abandonara de nuevo mis brazos cayeron a los lados y solo me quede ahí, respondiendo a sus labios, que se movían con destreza hasta el punto de provocar que mis extremidades despertaran de su sueño y se movieran con vida propia. Mis manos subieron hasta su cabello y enredé cómodamente mis dedos ahí, al momento de sentir su lengua pasar por mi labio inferior, pidiendo autorización para profundizar aquel beso, acepte sin poner resistencia alguna. Aun no podía creer que esto estuviera pasando, no era algo que pasara cotidianamente en la vida normal de una persona…menos en la mía. Al momento de sentir como aquel beso me estaba robando el aliento, todo cambio. No sé qué efecto habrán tenido mis manos en su cabello cuando lo tironee suavemente, pero con rapidez el profesor Edward me llevo al escritorio de la sala, donde de un solo movimiento con su brazo tiro todo lo que estaba ahí, gracias al cielo que tenía guardado su notebook. Con facilidad me tomo de la cadera y me sentó sobre la madera, atacando con más vehemencia mis labios, mis manos como si estuviera desesperadas por sentirlo se fueron a su camisa azul; fui desabotonando esta para poder sentir su piel…¡demonios! Había soñado tantas veces con este preciso momento. Sentí como un escalofrió paso por mi espalda cuando su mano llego a mi pierna izquierda y la movió hacia un lado para quedar cómodamente entre estas.
—Muy propicio para el momento vestir con falda ¿no? –me sonroje al escuchar su voz ¿Por qué hablaba? Me ponía nerviosa, sentimiento que desapareció al sentir como besaba mi cuello y bajaba mi sweater pasando sus manos por mis hombros. Yo hice lo mismo con  su camisa y me quede sorprendida al ver su abdomen marcado, eso no se notaba en clases.
—Profesor Edward…¿con cuantas ha hecho esto? –lo mire concentrada en sus ojos verdes que ahora estaban más oscurecidos comparado con su par de esmeraldas que me desconcentraban en clases. Sonreí al sentir sus frías manos colarse por mi camiseta blanca.
—Ninguna… —deje caer su camiseta a un lado y suspire al sentir que ahora una de su mano viajaba a través de nuestros cuerpos hasta meterse bajo mi falda y llegar a aquel lugar tan sensible que siempre respondía ante sus miradas –hasta ahora has sido la única que me saca de mis casillas… —segundo después de decir eso, sentí como su mano traspasaba mi ropa interior, un grito ahogado fue silenciado por su boca. De ahí todo se volvió en locura y fuego. Rápidamente saque mis sandalias y las arroje a no ser que lugar, me fui directo a los pantalones de mi profesor y me deshice de su cinturón y desabotone con cuidado estos, sintiendo como gruñía en mi cuello cuando mis manos rozaron su miembro.
—Srta. Isabella… —no le iba a decir que me dejara de llamar así porque sinceramente me excitaba de sobremanera.
—¿Si? –dije bajando sus pantalones y suspirando cuando sus manos subieron mi camiseta y la arrojaron al piso.
—La puerta… —se iba a alejar de mi, pero lo detuve dejando mis manos en su bóxer negros de Calvin Klein…me pregunté ¿Por qué no era modelo de esa línea? ¡sería perfecto!
—Ya la asegure…deja de… —cerré los ojos al sentir como sus mano que estaba en mi parte más intima encontraba ese botón que hacía que me volviera loca.
—¿Algún problema Srta. Isabella? –apoye mi cabeza en su pecho y como venganza simplemente lleve mi mano al interior de su bóxer.
—Ninguno, Sr. Masen –sus ojos se entrecerraron un poco y tomo de nuevo mis labios de una forma más agresiva…lo que sin duda me agrado. Me recostó en el escritorio y se deshizo de mi falda y mi sujetador en menos de un minuto. Sorpresivamente sentí como sus labios junto con sus manos atrapaban mis senos. Mis suspiros y gemidos no demoraron en llegar…demonios, era bueno en lo que hacía —¡profesor! –el sonrió al escucharme y su mano bajo de nuevo hasta mis bragas azules y de un solo movimiento, mirándome a los ojos las arranco y las dejo a un lado como si nada, pero no tuve tiempo de decir nada porque con una rapidez sorprendente se deshizo de sus bóxer negros y mi concentración se fue hacia su miembro…Y Dios…¿es que este profesor era bueno en todo?
—Creo que por fin puedo llamar por completo su atención, Srta. Isabella…
—Edward… —dije al sentir como su mano seguía jugando con mi centro, haciendo que me removiera en el escritorio.
—¿Algo que necesites? –sonreí al escuchar cómo me tuteaba, pero no dije nada porque con fuerza me tomo de mi tobillo y me hizo bajar del escritorio, me dejo al frente de él para besarme por unos minutos mientras sentía como su miembro chocaba con mi vientre. Después de esa sesión de besos me giro repentinamente, lo que me tenso, pero aquella incomodidad no duro nada. Con su pierna logro separar las mías y de un solo movimiento entro en mi cuerpo.
—¡Dios! –grite sin poder controlarlo. Me apoye en la mesa, dejando que el hicieron lo que se le frunciera.
—¿Crees que ahora tomaras más atención? –lo mire sin entender porque me preguntaba eso y no se movía.
—¡Ya basta! ¡Muévete! Edward…
—No mas fanfiction para ti, Isabella –al decir eso comenzó a salir y entrar en mi cuerpo como si fuera dueño de este y tuviera el derecho de hacer lo que quisiera. Sus manos tomaron mi cadera y seguía con esos movimientos.
—¡Oh! Edward…así… —mis terminaciones nerviosas se volvieron locas por todo mi cuerpo, dejando que sintiera en toda plenitud a Edward, dejando mi cerebro colapsado y sin la capacidad de pensar en nada más que en el hombre que entraba y salía de mi cuerpo.
—Isabella… —dicho esto me tomo de la cintura y me acerco a su cuerpo, dejando que mi cabeza se apoyara en él. Mi capacidad mental fue anulada al sentir como me penetraba y tocaba mi centro. No pasaron muchos minutos más cuando sentí que esa bola de fuego se comenzaba a expandir desde mi vientre hasta sentir como si cientos de fuegos artificiales estuviera al frente mío cuando cerré mis ojos. Envolví y presione a Edward cuando mi orgasmo llevo hasta su punto más alto, sin evitarlo grite su nombre al igual como hizo el obtener su liberación junto conmigo.
—Dios… —el salió de mi cuidadosamente y me quedo mirando, ambos comenzamos a pensar en lo que habíamos hecho. Sin decir nada comencé a buscar mi ropa que estaba por todo el suelo y me vestí con rapidez. El me iba a decir algo cuando estaba abotonando su camisa, pero mi celular comenzó a vibrar y note que era la alarma de un nuevo capítulo en fanfiction “New Chapter”, mi corazón salto al ver de qué fanfic era.
—Me tengo que ir…–dije sonriendo mientras levantaba mi celular. El frunció el ceño confundido – bueno supongo que…
—Estarás en la sección dos –¡Dios santo! Esto era tan incomodo. Asentí para salir pronto de aquí.
—Muy bien… —tome mi bolso y me lo cruce para salir de la sala, pero al pasar por su lado el astutamente me detuvo y me dio un corto beso en los labios.
—Sabes que esto debe…
—Ser secreto, claro –asentí –y supongo que la sección dos…es...
—Para poder invitarte a salir sin problemas… —asentí sonriendo. Demonios ¿Quién diría que esto terminaría así? –podría ser ahora…
—No puedo –dije sonriendo –tengo algo que hacer –claro que tenía que hacer algo, que era leer mi fanfic preferido que había subido luego de tanto tiempo. Sin más que una sonrisa me fui del salón al pensar que mi profesor Edward…seria mi profesor favorito.
—¡Isabella! –me gire al ver como corría hacia mí. Fruncí el ceño, me estaba demorando para llegar a casa y poder leer bien el capitulo –ya sé lo que vas hacer y te dije… —se acerco aun más a mi hasta dejarme apoyada en la pared –que no hay mas fanfiction para ti –sin más, abrió la puerta de atrás y me hizo entrar a la habitación del aseo donde comenzó a besarme sin decir nada más.

Abrí mis ojos de un salto y mire a mi alrededor.
—¿Pero qué demonios?
—¿Qué sucede, amor? –mire a Edward que estaba a mi lado.
—Dios, he tenido el sueño más raro de mi vida…donde era estudiante de enfermería y tú eras mi profesor…
—Mmm…¿enfermería? –sonrió al escucharme.
—Si y era adicta a nuestras historias…que eran, bueno…una tanto, calientes…
—¿De qué estás hablando? –frunció el ceño mi increíble vampiro que cuidaba mi sueño.
—Creo que debo prender el computador, solo unos minutos ¿has escuchado de la saga Crepúsculo? –dije sonriendo, pensando que quizás había un mundo paralelo donde fanfiction si existiera.
 

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